Supongo, que como en la mayoría de las cosas, como aficionado al lego seguramente seré un poco atípico.
Tengo 63 años —soy de 1952— y mi primer contacto fue en 1959, un colega holandés de mi padre estuvo unos días en casa y me trajo una caja básica: con ladrillos rojos y blancos, una placa base gris y unas pocas ventanas. Ah, sí, y dos ladrillos 2×4 translúcidos.
Poco después conseguí otra caja idéntica de parte de un familiar que viajaba por el extranjero y había visto como jugaba con mi primer juego.
Luego, durante los años sesenta, fui acumulando a pequeñas dosis más piezas. En concreto, todavía dos cajas más como la original, alguna de especializada, recuerdo que era sobre aviones, con piezas de otros colores y placas y finalmente piezas inclinadas de tejado, en rojo y azul. También las primeras ruedas.
No creo que fuera por venir de familia de arquitectos, pero mi afición era construir casas, más probable era que con el material que tenía era lo que mejor me salía.
Aunque de adolescente tenía menos tiempo, continué. Recuerdo que todas las piezas las tenía en una maleta pequeña, muy vieja, de cartón, pero bien clasificadas en multitud de cajas pequeñas en su interior. Siempre que podía y la economía me lo permitía, compraba pequeñas cajas de piezas específicas, muchas veces en Andorra que por algún motivo tenían más variedad que en Barcelona que es donde vivía.
No es que lo olvidara, pero al final el lego se quedó en su maleta hasta que tuve hijos. Claro que empezaron con el duplo pero mi pedagogía fue que con él, imitaran lo que yo hacía con «mis» piezas. Cuando empezaron a poder manipular piezas pequeñas, quedó claro que el ellos tenían el suyo y lo guardaban con sis juguetes, y yo el mío, aunque naturalmente siempre me podían pedir piezas.
Pero los tiempos habían cambiado, las cajas eran normalmente modelos específicos de determinadas series. Y cada hijo tenía sus gustos, el mayor más bien de aviones y naves y la pequeña le gustaban los coches y las «obras públicas», que decía ella. Pero yo volví a aficionarme y de vez en cuando, continuaba jugando a hacer casas.
Luego vino el technic, pero por algún motivo no les motivaba mucho, construían el modelo de la caja, y allí se quedaba, ninguno de los dos se aficionó a inventar mecanismos nuevos con engranajes, por ejemplo.
Y los años pasan y llega un momento que los hijos se van, y no se llevan sus juguetes.
Y yo, trabajando en casa empecé a encontrar utilidades a las piezas.
Básicamente crear ilustraciones para mis proyectos pedagógicos: Intento crear materiales gráficos para lo que podríamos llamar «enseñar a pensar» y, a menudo, una foto o una foto algo tratada, es más atractiva que una mera ilustración de ordenador. No solo he usado piezas de lego para esto, claro, también dominós, canicas, juegos mecánicos, dados. Pero las piezas de lego son de los materiales que me han dado más juego.
Tengo varios ejemplos que colocaré cuando me funcione la previsualización.
Y ha sido a partir de aquí, que he ido volviendo a mis construcciones, aunque con más idea técnica o arquitectónica, que artística.

¡Bienvenido!

Me has dejado con ganas de ver esos proyectos pedagógicos. A ver si consigues pronto que te funcione la previsualización y, si no, dínos que problema tienes para ayudarte a conseguirlo  .

El proyecto pedagógico va de crear «problemas» que a diferencia de los «ejercicios» escolares, no tengan un claro método para su resolución, cosa que obliga a pensar y a elaborar estrategias.
Los problemas podrían ser sobre cualquier tema, pero en muchos de ellos se depende de la cultura previa, Por ejemplo si es sobre lengua, un problema puede ser encontrar una palabra lo más larga posible con las letras en orden alfabético, pero en este caso la dificultad viene más del léxico previo que domine el alumno que de sus estrategias para encontrar la palabra. Por lo tanto he basado muchos de estos problemas en temas elementales de aritmética o geometría, por poner uno sencillo pero no directo, cuantas canicas hay que tener como mínimo para poder formar, sea un cuadrado, sea un triángulo.
O problemas abiertos de temática parecida del tipo: ¿qué tiene de especial esta figura?. Problemas que pueden ser muy fáciles o terriblemente difíciles, sin que a priori se pueda saber la dificultad, como lo son los problemas de la vida real.
Respecto a las ilustraciones, creé una imagen, de 800 × 559 píxeles concretamente, con cuatro de mis montajes. La colgué en una página de alojamiento gratis que siempre uso, concretamente en: http://s1.postimg.org/lp4n6vjrj/legos_var.jpg , aquí en el foro le di a «insertar imagen» y entre las dos expresiones limitadas por corchetes, inserté la URL. Pero cuando le dí al «previsualizar» —lo hago siempre que coloco imágenes para evitar errores— se me colgaba el foro; sí, había escrito correctamente los códigos de verificación. Por suerte, había copiado el texto antes de intentarlo... Quizás es un problema del navegador que estoy usando.
En las ilustraciones concretas, algún detalle de las fotos lo había retocado, por ejemplo para la segunda no tenía suficientes colores de ladrillos de 2×2y me invente un par de color naranja. Lo mismo en la cuarta, que de hecho eran cuatro fotos con placas blancas y rojas, las monté en una sola imagen y cambié los colores. En las otras dos hice alguna limpieza, como eliminar juntas.

Interesante historia . Bienvenido!

Pues si te sirve de pista, haciendo lo que dices con tu link, a mi también se me queda un poco frito al pedir la previsualización. El navegador responde cuando le doy a volver, pero tarda más de la cuenta en presentarlo. Igual es que al sitio donde tienes las fotos no le gusta que lo referencien ...

Vista la foto ... ahora tienes que contarnos cual es la pregunta para cada imagen 

El caso es que las imágenes se pueden usar a dos niveles.
El primero y más difícil es el del «metaproblema»: imaginar —que no deducir pues se trata de problemas inductivos— cual es el problema.
El segundo y más fácil: resolverlos, que en algún caso, como el de las columnas, no se puede usar en este sentido, solo hay el metaproblema de ver que «ley» siguen los objetos de la foto.
1: Con las tres figuras de la izquierda y las cinco de la derecha de cada cuadro, construir la misma forma.
2: Son las 22 maneras posibles de tener 7 objetos que pueden ser de 7 colores distintos. (El orden y los colores son irrelevantes).
3: No hay dos rectángulos que uno quepa dentro del otro... y con ellos formamos un rectángulo. Aquí es más difícil el problema que el metaproblema, ya que este parte de la solución ya mostrada.
4: Cada una de las figuras, se puede dividir en dos figuras iguales.
Estos eran meramente ejemplos, los he buscado porqué son los que me han parecido más vistosos entre las imágenes que he generado a partir de piezas de lego, del último conjunto de problemas. (En estos momentos voy a por el problema 80, y quisiera llegar a 100).
Otro uso totalmente distinto que he hecho es el de ilustrar problemas de «lógica» con muñecos de lego. De aquellos que empiezan diciendo, por ejemplo:
—Ana no lleva la bandera ni coincide en ningún color de ropa con Berta. Carmen lleva el jersey del mismo color que los pantalones de Ana. La que lleva la pala no es Diana... Etcétera, y se trata de saber el nombre de cada muñeco.